Efemérides Novedades

Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.

Malvinas no se reduce a un sentimiento: es parte inseparable de la Argentina; es presente y desafío de futuro.
La epopeya de Malvinas seguirá inalterable en la conciencia de cada compatriota, como símbolo permanente de reivindicación, perpetuado por aquellos hombres y mujeres que se entregaron, lucharon y que aún yacen en las Islas.

La guerra de Malvinas representó el primer conflicto entre dos Estados del bloque occidental luego de la Segunda Guerra Mundial. Sus contendientes, a pesar de la gran asimetría en equipamiento y tecnología, combatieron cuerpo a cuerpo, a bayoneta calada.

Por ello, es una obligación moral de todo hijo de esta tierra reconocer el viril comportamiento de una valerosa parte de nuestra juventud durante el conflicto del Atlántico Sur.

Sería injusto olvidar a los héroes que lucharon tenazmente. Oficiales, suboficiales y soldados dieron el mejor ejemplo y lo sufrieron todo, hasta la ingratitud que los aguardaba al volver.

Combates y batallas como los de San Carlos, Darwin y Puerto Argentino son pruebas concretas de que sólo se pretendió pelear con honor en defensa de los intereses de la Nación.

Por todo esto, hoy nos sentimos orgullosos de nuestros veteranos de guerra. Ellos, con su participación en la defensa del territorio patrio, y enfrentando en condiciones desventajosas a un enorme poderío militar, han honrado y siguen honrando a la Nación.

Con el corazón herido que toda guerra deja, demostramos al mundo dignidad y profundo amor a la patria: el mismo sentimiento que acompañó a los ejércitos de San Martín y Belgrano dos siglos atrás, cuando la causa era sostener la independencia declarada en Tucumán.

Con emoción, saludamos hoy a los veteranos de guerra de las tres fuerzas armadas, a los de la Gendarmería Nacional y a los de la Prefectura Naval Argentina que participaron en los combates, así como a los civiles que cooperaron en la gesta y a las familias de los caídos.

Recordamos a nuestros muertos con la esperanza de que la historia ponga en su justo lugar la grandeza de esta empresa, confirmando que quienes ofrendaron sus vidas no lo hicieron en vano.

Finalmente, invocamos a Dios, fuente de toda razón y justicia, para que, a través de su intercesión, nuestro Pabellón Nacional vuelva a flamear como aquel recordado dos de Abril en el entrañable suelo malvinense.

Nuestro Shihan Jorge Edmundo Caballero llega a cada uno de los integrantes de nuestra Ryuha, con un cordial y sentido saludo, bendiciones y un gran VIVA LA PATRIA !!!

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